La comunicación es el gran error de las PYMES

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Para las Pequeñas y Medianas Empresas, en muchas ocasiones, la política de comunicación no tiene tanto peso como otras áreas dentro de su actividad, debido a que consideran que la buena comunicación es un servicio sólo para las grandes empresas. Durante mucho tiempo han sido las grandes empresas las que tenían un departamento de comunicación cuya labor era mantener la imagen y la presencia de la marca en las mejores posiciones.

Pero con el paso del tiempo, con el avance de las nuevas tecnologías, en un momento en que una buena imagen puede hacer mucho por una marca, las PYMES empiezan a tomarse en serio la comunicación y el marketing. Ya no sólo teniendo un departamento propio de comunicación y marketing sino incluso contratando a una agencia de comunicación, experta en todo lo relacionado con saber difundir, y como hacerlo, lo que hace una empresa.

Para la responsable del portal de Agencias de Comunicación, Raquel Coba “La idea de que la comunicación es cara es un pensamiento muy extendido entre el mundo pyme. Las agencias de comunicación tienen por delante el reto de hacerles ver que es un servicio que se puede hacer a medida y adaptable a todos los bolsillos”.

La comunicación es un servicio que tiene la etiqueta de caro, sin embargo, es accesible a todos los niveles y para empresas de cualquier tamaño. Y en un momento en que una mala crítica u opinión vertida en la red, puede tener consecuencias negativas, tener un buen departamento que controle estos contenidos se antoja fundamental para el crecimiento de cualquier empresa.

Hoy en día, las agencias de comunicación no sólo se dedican al propio trabajo de mantener la imagen de la marca y a difundir los productos y servicios que sus clientes ofrecen, sino que también imparten cursos y talleres a PYMES y emprendedores para hacerles más asequible el mundo de la comunicación y evitar los errores.

Raquel Coba insiste en la importancia de la comunicación, más allá de las propias ventas “Las pymes tienen que empezar a ser conscientes de que vivimos en una sociedad conectada y sobre informada y que en función de cómo se comunique una empresa, así será su relación con su público objetivo. Las emociones han entrado en juego y ya no basta con hacer un buen producto”.

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