La historia de Jesús, franquiciado de Duldi Alameda

Entrevistas / 18 de febrero de 2019

BUSCADOR DE FRANQUICIAS

Los más de 45 años de la franquicia de golosinas y dulces, Duldi, avalan su buen trabajo y buenos resultados en este sector. Es por eso, que cada vez hay más gente interesada en lanzarse al mundo del emprendimiento de la mano de ésta familia de golosinas. Este el caso de Jesús, un chico trabajador que tenía claro que no quería trabajar para otros y que inició su viaje soñado al lado de la franquicia Duldi.


¿Puedes explicarnos quién es Jesús?

Jesús es un chico trabajador que se cansó de trabajar para otros y que con tan solo 25 años ya sentía que quería aspirar a mucho más. Un chico honrado, con ilusión, que aunque embarcarse en este proyecto no le fue fácil, lo tuvo claro, quería poner una tienda Duldi. 

¿A qué te dedicabas anteriormente?

Mi trayectoria la verdad es que ha sido bastante extensa. Cuando terminé el graduado de E.S.O, me puse a estudiar un módulo de grado medio en cocina y gastronomía; cuando lo terminé me fui a la aventura ese mismo verano a trabajar a Palma de Mallorca con tan solo 19 años, sin familia y sin nadie, pero tenía que trabajar.

Estuve 6 meses, lo que dura la temporada fuerte en Palma de Mallorca. Cuando volví se me presentó la oportunidad de hacer un curso en los Hoteles Meliá de Granada. Y fue en ese momento, cuando me di cuenta que la cocina no era para mí, entonces lo dejé, pero sigo haciendo platos ricos jejeje.

Después decidí probar con un nuevo módulo medio de comercio, que en realidad lo hice porque yo era un chico bastante tímido, y lo hice para la superación personal de abrirme a las personas. Cuando me mandaron a la formación me tocó trabajar en una marca conocida. Al mes de estar allí, el encargado de la tienda, me dijo que en cuanto terminara mi contrato de formación trabajaría con ellos durante dos años.

Cuando el contrato terminó me quedé sin trabajo, pero enseguida eché miles de currículums y conseguí otro nuevo trabajo. Al principio te lo pintan todo muy bonito, un salario de la ostia, un día libre (como favor), pero echando 45 horas a la semana, de turno partido y cobrando poco. Entonces fue cuando me puse a buscar. Yo sabía que aspiraba a más y por fin encontré a Duldi.

 ¿Por qué una franquicia Duldi? Después de dos meses funcionando, ¿qué valoración tienes sobre esta franquicia?

Pues simplemente era mi destino y lo encontré. Desde el primer momento me encantó, abarca mucho mercado, tiene producto para todo, es una gran empresa con un equipo excelente. Mi valoración es que hay que echarle horas, con trabajo y buen producto las ventas se hacen. Hay días muy buenos y otros más regulares, pero unos por otros. Que no se te quiten las ganas de luchar, y de rendirte nunca, porque al final las cosas salen. Me gustaría agradecer a Montse que ha sido un gran apoyo, y creo que esta tienda la recordará con cariño. Porque ha sido una de las más difíciles en conseguir. También agradecer a Josant el apoyo de cada día, de que todo salga bien. Y a Noelia que la aburriré con miles de emails jeje.

¿Qué tal ha sido tu campaña de San Valentín?

Pues una locura. Te das cuenta que la mayoría lo dejamos todo para última hora. Agradecer a Alba, la persona que trabaja conmigo día a día, por su gran trabajo, que juntos hemos podido sacar el trabajo adelante. 

¿Cuál es el público que entra a tu tienda?

De todas las edades, con solo dos meses abiertos ya tengo clientes fieles que vienen a por sus caramelos sin azúcar, a por sus caramelos de menta que se los pedí y aquí los tienen para ellos de la marca que ellos querían, y a por el gato de regaliz negro que solo lo encuentras en mi tienda. 

¿Qué cualidades crees debe de tener una persona franquiciada de Duldi?

Ser luchador, tener imaginación, tener muchas ganas de innovar y de darle prestigio a la marca. Porque Duldi somos todos, un gran equipo de personas luchadoras. 

¿Has pensado en abrir tu segunda tienda Duldi?

Claro que sí, y la tercera jejeje. La verdad es que sí, esta tienda se me queda pequeña, fue una oportunidad de empezar y no había más remedio que empezar por ahí, y se empezó. Lucho cada día porque mi meta es abrir mi segunda tienda a finales de este año.  

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