Panaria firma un acuerdo con Fundación Ana Bella para la integración laboral de mujeres maltratadas

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La enseña de panaderías Panaria y la Fundación Ana Bella, que brinda atención a las mujeres maltratadas, han llegado a un acuerdo de colaboración a través del cual, Panaria dará empleo a estas mujeres en su red de establecimientos propios y franquiciados.

La Fundación Ana Bella es una organización, sin ánimo de lucro, formada por mujeres que han superado la violencia de genero y está centrada en visibilizar y prestar apoyo integral de forma eficaz a personas en riesgo de exclusión.

Por su parte, Panaria es una red de panaderías que, desde su fundación, ha disfrutado de una inmejorable acogida por parte del público. En estos dos años, la empresa ha superado los 20 puntos de venta, se ha convertido en el espacio de referencia para adquirir y degustar los mejores panes del mercado, 100% naturales, y ha generado más de 100 empleos indefinidos, todos ellos de mujeres.

Gracias a este acuerdo de colaboración, el objetivo es emplear a nuevas mujeres, en la red de panaderías Panaria, en los distintos puestos de producción, atención al público, limpieza, administración, etc.

En Panaria, tendemos la RSS no como ideas elevadas e inalcanzables, sino como un conjunto de pequeñas acciones, capaces de modificar y/o mejorar la vida cotidiana de las personas que nos rodean” afirma Antonio J. Perez, fundador de la cadena.

Más información de Panaria:

Panaria fue creada en Valencia en 2010 y la gran acogida de público le ha llevado a abrir 20 establecimientos más hasta la fecha.

La cadena está especializada en ofrecer los mejores panes del mercado, más de 20 variedades distintas –con pasas, frutos secos, semillas, hierbas, etc.- elaboradas de manera natural, y ampliando cada mes su oferta con nuevas referencias. Los panes se elaboran con masa madre, sin aditivos lo que otorga al producto más sabor, mejor textura y durabilidad. Además, muchas de las variedades incorporan harinas de alta calidad molidas a la piedra y fermentadas lentamente, para que madure durante horas antes de hornearlo. Sin duda un auténtico placer para los sentidos.

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