Entrevista con Ignacio Díaz, responsable del departamento inmobiliario de Comess Group

Ignacio Díaz

BUSCADOR DE FRANQUICIAS


"Buscamos locales que previamente hayan albergado un negocio de restauración" Lizarran es una de las franquicias de restaurantes especializada en pinchos más conocida del mercado gracias a su original concepto de tapeo, con precios y productos de gran calidad que permiten una alta facturación con costes contenidos.

Es muy fácil emprender con esta franquicia de restauración gracias al apoyo de la central que ha diseñado un concepto de negocio de hostelería que no necesita cocina, ni mucho personal y que es apto para el emprendedor. La firma de hostelería y restauración cuenta además con presencia internacional en 16 países.

Asimismo, la enseña forma parte de uno de los grupos de restauración más sólidos del sector, Comess Group, y cuenta con más de 250 establecimientos abiertos. De hecho, su marca en sí ya es una garantía para invertir, no solo por el reconocimiento que conlleva sino también por la baja inversión que requiere y las facilidades y el asesoramiento que la central proporciona a sus franquiciados.

Ignacio Díaz, responsable del departamento Inmobiliario de Comess Group, es el protagonista de una entrevista sobre los valores de una marca de franquicia como Lizarrán y como Comess Group, se ha convertido en una marca de referencia en el sector de la restauración.

Durante la entrevista, Díaz explica brevemente no sólo las características de Lizarran, sino también los valores principales de la marca.

¿Cuándo y de qué modo nació la marca?

Lizarran nace en 1988 como una taberna de inspiración vasca. Con una carta basada en la auténtica gastronomía del Norte del país y con los pinchos como protagonistas, Lizarran pronto extendió su modelo de negocio a través del sistema de franquicia.

¿Cuál es vuestra estructura actual?

Actualmente, Lizarran cuenta con 250 establecimientos en 16 países. Nuestro modelo de negocio está en prácticamente todos los continentes, con un probado éxito en el mercado nacional y en la adaptación internacional de nuestra oferta.

¿Qué inversión inicial solicitáis para unirse a la red y cuánto tiempo estimáis que se necesita para recuperar la inversión?

La inversión estimada de un Lizarran puede variar considerablemente dependiendo del estado y las dimensiones del establecimiento. En Lizarran, buscamos locales que previamente hayan albergado un negocio de restauración. De esta manera, se reduce considerablemente el montante inicial.

En cuanto a la inversión para un establecimiento tipo, podemos decir que presenta una horquilla de 75.000 a 150.000 euros.

La recuperación está planteada para el segundo ejercicio económico, pero puede variar en base a muchos factores.

¿Qué facturación tenéis prevista para el primer año y cuáles crees que son las ventajas de vuestro negocio para el que desee franquiciarlo?

Las facturaciones dependen, en gran medida, de las ubicaciones y del tipo de establecimiento al que nos enfrentamos. Los metros cuadrados, el paso de público, si cuenta con terraza o no, todo incide en los resultados finales. En cualquier caso, el equipo de Expansión siempre realiza un plan de negocio aproximado de la facturación en base a factores como los mencionados.

¿Qué requisitos de local necesitáis?

El local tipo Lizarran cuenta con al menos 100 metros cuadrados y salida de humos, preferiblemente con terraza. En cuanto a las zonas, buscamos tráfico de público, estudiando cada población concienzudamente.

¿Qué perfil del franquiciado buscáis?

En la red contamos tanto con franquiciados que gestionan de manera directa, como autoempleo, sus establecimientos como inversores. No tenemos un perfil único dentro de la red, dado que cada local tiene una situación diferente.

¿Puedes describir las cualidades que distinguen a vuestra enseña de la competencia?

En primer lugar, la calidad del producto y la oferta. Estos son, sin duda, los valores diferenciadores de la enseña y lo que le ha permitido ser conocida internacionalmente. En segundo, el trato al franquiciado, una máxima que persigue Comess Group. Y, por último y no menos importante, el trato al cliente final.

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