Descubre tres claves para motivar a los alumnos en el aprendizaje de manos de franquicias Kumon

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Esta franquicia basa su método de aprendizaje en el autodidactismo para que los alumnos ganen confianza y desarrollen el deseo de seguir aprendiendo.

La red de franquicias de enseñanza Kumon es consciente de que ofreciendo a los alumnos experiencias positivas es posible conseguir una actitud abierta ante el aprendizaje.

Con ello, logran que despierten su curiosidad, se entusiasmen y experimenten la sensación de logro. Para la compañía, es además fundamental la concentración, necesaria para razonar y lograr conclusiones por uno mismo.

En Kumon consideran, por otra parte, que es primordial que los padres y educadores trabajen en equipo para educar esa motivación. Es decir, aportar una orientación adecuada que fortalezca las habilidades de los niños y les permita incrementar sus capacidades de aprendizaje. A través de esto, los alumnos consiguen disfrutar del placer de aprender.

Maribel Martín de Rosales es Directora de Desarrollo y Relaciones Públicas de Kumon España. Explica que en Kumon no quieren que los niños asocien las actividades intelectuales al “drama” de tener al día siguiente un examen. “Para nuestros alumnos aprender cosas nuevas o profundizar en contenidos es una actividad diaria saludable que les acaba motivando y produciendo satisfacción”.

Conseguir la motivación para aprender

Estas son las tres claves de la franquicia Kumon para despertar la motivación en el aprendizaje y conseguir mantenerla:

Inculcar a nuestros hijos el deseo de aprender

“En Kumon, el alumno debe encontrar las pistas y usarlas para obtener una respuesta por sí mismo sin explicaciones del orientador. Lo hacemos así porque no hay mejor motivación que saberse capaz de resolver los ejercicios sin ayuda de nadie más”, añade Martín de Rosales.

Convertir a nuestros hijos en protagonistas de su aprendizaje

La paciencia debe ser uno de los factores clave para los padres. Es importante dejar que los hijos tomen contacto con el material y que se equivoquen, porque ese error se puede convertir en una oportunidad para aprender. Cuando los niños aprenden por sí mismos de sus propios errores, también disfrutan del proceso de aprendizaje.

Procurar que, tras realizar una tarea, siempre obtengan una satisfacción personal

Cuando nuestros hijos terminan de hacer una tarea, tienen que sentir la satisfacción personal de haberla finalizado por sí mismos. Esta satisfacción la podemos reforzar como padres a través del elogio, dando valor a esa actitud y a la perseverancia manifestada.

“La sensación de logro que experimenta un alumno que ha logrado resolver un ejercicio por sí mismo le mantendrá motivado para seguir aprendiendo”, concluye Maribel.

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