Taberna el Papelón recupera el «Corte tradicional a Cuchillo» en sus franquicias

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La Taberna El Papelón, franquicia especializada en preparar «papelones» de los distintos productos que ofrece incluidos productos ibéricos, ha recuperado el «Corte tradicional a Cuchillo» en sus restaurantes. Se trata de una enseña, que pertenece al sector de tabernas y tapas, ambientada en las antiguas abacerías o tiendas de ultramarinos del siglo pasado. 

Esta franquicia cuenta con la «Zona de Corte», un elemento diferenciador, que consiste en una zona delimitada por una vitrina a través de la que el cliente podrá ver las chacinas, quesos y embutidos que la taberna tiene almacenados, así como la forma de trabajar de los «charcuteros» donde se cortan y preparan todos los “papelones” de los distintos productos. Según Juan Carlos Bernabéu, director de expansión de la enseña, «esta «zona de corte» o esencia del negocio está estructurada en un tramo de la barra, que posteriormente continúa con el resto de barra donde se encuentran el conjunto de elementos que completan el negocio como “cervecería temática” (tiradores de cerveza, vitrinas expositoras de botellines, zona de paso de camareros, pequeño office, etc.)”.

En estas franquicias los consumidores pueden comprar a granel o a gramaje cualquier tipo de embutido, chacina, quesos, salazones, y, o bien comérselo en el local acompañado de cerveza o vino o llevarse el producto envuelto en el típico “papel de estraza” o “papel parafinado” a casa directamente sin consumir en el local, a modo de tienda.

Taberna El Papelón funciona de una manera divertida combinada con lo mejor del autoservicio y lo mejor del servicio en mesa. El cliente pide la bebida en los TPV y lo paga por adelantado, recoge su bebida y se la lleva a su sitio. Cuando la comida está preparada, los camareros se la llevan al cliente al sitio. Bernabéu señala que “todo este proceso se organiza mediante un reclamo, en este caso una “botella de madera numerada” que el cliente porta hasta su lugar de consumo junto a la bebida, y que sirve para que el pedido de comida se dirija concretamente hacia cada botella numerada. El camarero debe “cantar” el número de la botella como en las antiguas tabernas aunque sepa donde está situada, para que de esta forma se produzca un ambiente divertido y autentico”.

Al no ser un restaurante sus locales no necesitan salida de humos, pero la franquicia complementa los productos de la zona de corte con platos calientes o fríos tradicionales como guisos de carne, pescados o legumbres, entre otros. Esta comida caliente tradicional se cocina en un pequeño office y son productos en quinta gama al vacío que cuentan con una buena relación calidad-precio.

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