Cómo ser franquiciado en 5 pasos

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Si ya has decidido que la franquicia es la mejor opción para capitanear tu propia empresa, es importante conocer en profundidad el sistema de este modelo de negocio para llevarlo al éxito. BeFranquicia te da los 5 pasos para convertirte en franquiciado.

Está claro que un franquiciado es un empresario con todas sus consecuencias y asume todos los riesgos derivados de la actividad. De nada sirve contar con palancas que nos empujen a ser empresarios, si no contamos con las condiciones para acometerlo, así como una afinidad especial con la actividad que vamos a desarrollar.

Por lo tanto, es muy importante ser conscientes de aspectos como el tiempo que vamos a emplear y los recursos que vamos a invertir y tener muy claro si nuestro perfil es el más adecuado.

Información

En primer lugar, conviene informarse de todas las peculiaridades, funcionamientos, compromisos, riesgos, oportunidades y elementos esenciales que se incluyen en una franquicia. Es recomendable contar, desde el principio y durante el proceso, con un asesor especializado que disponga de conocimientos específicos del sector, como mencionamos más adelante. Información

La franquicia es un método de crecimiento empresarial mediante la unión de dos partes (franquiciador y franquiciado), que tienen sus responsabilidades perfectamente identificadas en torno a un objetivo común. Esta relación está motivada en los intereses y carencias mutuos: el franquiciador dispone de una marca reconocida y de la fórmula de negocio para tener éxito, y el franquiciado dispone del capital y el recurso humano para implantar y gestionar el negocio.

Selección del sector

Una vez reunida toda la información, es momento de seleccionar el sector y el negocio que desea iniciar y responder a qué tipo de empresa podría funcionar y cual se adapta mejor al perfil particular. Hay que valorar tanto las habilidades y preferencias personales, como la capacidad y oportunidades de negocio estudiadas con anterioridad.

Por lo tanto, la experiencia y/o formación previas te pueden ayudar a elegir mercados en los que podrías sentirte más cómodo, pero no existe una regla fija de emprender solamente en algo que conozcas. Tendrás más garantías de éxito, pero nunca el cien por cien. Tal vez, sí debas valorar el mercado por sus oportunidades de crecimiento, evitando así entrar en mercados muy saturados o en aquellos en los que las ventajas competitivas entre una enseña y otra no sean muy notables. Analiza aquellas cuyo concepto sea innovador, aunque opere en mercados consolidados. En ese sentido, puedes decantarte por una enseña que opere en un sector consolidado cuyo modelo de negocio, por su grado de innovación, sea escalable. Sector

También valora si te inclinas por una franquicia de producto o de servicio. Elegir una u otra implica conceptos de gestión diferentes, así como inversiones y condiciones contractuales distintas. Tampoco olvides si eliges un concepto que requiera o no local. La diferencia será, principalmente, de mayor o menor inversión, lo que afectará a tu cuenta de resultados, al período de recuperación de la inversión.

No debes olvidar que abrir una franquicia conlleva unas peculiaridades importantes. El franquiciado tendrá que seguir unos métodos de trabajo predeterminados o aceptar que un porcentaje de sus beneficios irán al franquiciador. Se cede capacidad creativa a cambio de reducir los riesgos.

Selección de la franquicia

Superada la fase de información y de elección del sector, hay que pasar a una tercera etapa y una de las más difíciles: ¿En qué franquicia invierto?

Lo más importante en esta etapa, es que no existe la franquicia perfecta. Al invertir en una compañía que tiene tiempo en el mercado y varias franquicias otorgadas, existe una mayor garantía de éxito, aunque es probable que los territorios más populares ya no estén disponibles para iniciar operaciones. Si por otro lado, nos relacionamos con un franquiciador con menos experiencia y menos franquicias concedidas, podremos escoger el territorio, si bien tendremos menos experiencias de las cuales aprender.

Al elegir una franquicia, en necesario por tu parte hacer una investigación a fondo para no caer en manos inexpertas. Por ello, es aconsejable meterse en las ‘tripas’ de la franquicia en la que se desea invertir. Si únicamente hacemos caso a la publicidad, se corre el grave riesgo de elegir mal el concepto o asociarnos con la persona o negocio menos indicado. Franquicia

Al seleccionar una franquicia, puedes tomar como referencia la famosa regla: dos a tres o tres a dos, en la que se plantea que un negocio que tiene por lo menos dos unidades abiertas por tres años, o tres unidades abierta por dos años, es lo suficientemente experimentado y está listo para franquiciar.

En resumen, como candidato a franquiciado, debes decidir si estás preparado y si tienes el perfil para llevar una franquicia determinada, sin dejarte llevar por la idea de que te vas a hacer rico de la noche a la mañana. Asimismo, debes estar preparado para que te digan cómo hacer las cosas y seguir las pautas, así como tener muy claro la cantidad de tiempo y dinero que estás dispuesto a invertir. Además, debes reflexionar su te vas a sentir cómodo con la relaciones interpersonales, pues ahora formas parte de un equipo y se va a relacionar con el franquiciador, con sus clientes, empleados y otras franquiciadores del sistema, entre muchas otras personas.

Contacta con las franquicias

Continuando nuestro recorrido, una vez se haya seleccionado la franquicia en la que queremos invertir, debemos ponernos en contacto con ellas para iniciar el proceso de selección mutuo. Para ello se les puede enviar un formulario de candidatura. Este tipo de fase es muy común y son muchas las solicitudes que se descartan, así que no pasa nada por avanzar en un proceso y decir que no, forma parte del proceso de franquicia.

Cuando contactas con la franquicia, el franquiciador tiene que explicarte en qué consiste el modelo de negocio. Hay una serie de preguntas que le debes hacer y que se encuentra en obligación de responder. No dude en solicitar al franquiciador una información a la que legalmente tiene derecho. Cualquier opción interesante en franquicia deberá haber contemplado su obligación de facilitar amplia información a los franquiciados potenciales. Cuestiónese muy seriamente su integración en aquellas cadenas que no muestren una transparencia clara en este sentido.

Datos identificativos de la empresa franquiciadora: Empresa y domicilio social, datos registrales de la marca, capital social, socios y fecha de creación de la empresa.

Descripción del sector de actividad del negocio objeto de la franquicia: Filosofía y concepto de negocio, el mercado y enfoque de viabilidad. Contacto

Contenido y características de la franquicia y su explotación: Productos y servicios, directrices de aprovisionamiento, exclusividad de suministro, mercado de implantación y ubicación comercial, requisitos del local, plan de apertura y puesta en marcha, asistencia permanente, formación inicial, plan de inversiones, plan previsional de explotación, amortización de inversiones y punto de equilibrio.

Estructura y extensión de la red: Estructura de la central de franquicia, listado de franquiciados, listado de centros propios y relación de cierres de los últimos ejercicios.

Elementos esenciales del acuerdo de franquicia: Precontrato o acuerdo de opción de compra de la franquicia, derechos y obligaciones principales de las partes, contraprestación económica, duración del contrato, condiciones de renovación y resolución, obligaciones financieras del franquiciado y ámbito de exclusividad territorial.

Ir a un asesor personal

Para concluir, es prácticamente imprescindible no contar con asesoramiento profesional de consultores especializado en franquicia. Un ejemplo es la consultora BeFranquicia. Gracias a sus servicios, te aportarán una valoración objetiva que le ayudará a adoptar la elección más adecuada a su caso particular. Dedica todo el tiempo necesario en corroborar aquello te transmitan.

Uno de los aspectos más importantes es el contrato. Éste regulará los derechos y obligaciones de franquiciador y franquiciado durante toda la vigencia de la relación. La revisión por parte de un profesional especializado en franquicia, con anterioridad a su firma, es la mejor fórmula para evitar desagradables sorpresas en el futuro. Asesor

Con el contrato, se debe regular las condiciones en que se autoriza al franquiciado el uso de la marca del franquiciador, la transmisión del know-how y la asistencia comercial o técnica que, durante toda la vigencia de la relación contractual, deberá prestarse. El análisis de cada contrato de franquicia debe, lógicamente, ser individualizado, pero aspectos como la no competencia, cláusulas de cesión, oferta y aprovisionamientos… pueden ser una aproximación de las materias sobre las que se hace necesario el asesoramiento profesional.

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